Hola

Soy Enrique, fundador y escritor de la academia.

Ya que ha llegado hasta aquí, quizás le interese saber un poco más de nosotros.

– ¿Por qué esta extraña manera de ganarnos la vida?

¿Y por qué no?

Trabajamos cerca de casa, en nuestra propia oficina, es legal, nos da para tener un sueldo y aportamos un valor real a la sociedad: sacamos de apuros a cientos de clientes cada año, evitamos su ansiedad innecesaria y regalamos (o más bien, vendemos) miles de horas, que los clientes pueden disfrutar en cosas realmente importantes para sus vidas.

Y sí; sabemos que puede parecer frívolo afirmar que “aportamos un valor real a la sociedad“. Sobre todo se lo puede parecer a personas con un pensamiento más clásico, pero es que es la verdad. Si sigue leyendo, sabrá por qué pensamos así.

Pero antes, le contaremos cómo hemos llegado hasta aquí…

Hokusai – Gorrión de java y Magnolia

La historia de nuestro recorrido en la ayuda al TFG

Los inicios de la academia

En 2014 ya había acabado la carrera, y le cogí el gusto a eso de publicar artículos académicos para revistas científicas especializadas. No por lo que me pagaban los editores, (0 € los generosos. Los no-generosos te pedían dinero por publicar en su revista), sino por eso de hacer currículum… (era joven e ingenuo).

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Pensaba que tener cosas publicadas en revistas con nombre “Journal of” + “lo que sea” le interesaría a las empresas; que me daría un “aura de autoridad“, que me diferenciaría del resto de candidatos a un puesto de trabajo decente.

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Tardé años en darme cuenta de que esos artículos no se los leen ni siquiera los investigadores, mucho menos un empleado de Recursos Humanos con 300 candidatos que revisar al día. Es más, estoy seguro de que si en la sala de espera de un dentista no hubiese cobertura de datos móvil, ni wifi, ni ninguna revista más; tan solo la revista “Journal of Environmental Management“, tampoco nadie se la leería. El simple hecho de mirar al techo de pladur ya es más divertido.

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Pero bueno, la habilidad de escritura académica ya la había desarrollado, y en mi universidad (que no es que fuese muy grande), casi todos sabían que se me daba bien el tema de escribir artículos científicos.

Y a raíz de eso, algunas personas me fueron pidiendo ayuda con su TFG o TFM.

Por mí encantado: les ayudaba, me sentía bien con lo que hacía (es un refuerzo de ego brutal que alguien te diga que le has salvado la convocatoria) y me sacaba unos euros. Pronto llegué a un punto en el que se acumularon las peticiones, así que decidí montar una web, crearme un excel y llevarlo todo de una manera más ordenada.

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A mi favor estaba el factor de que en mi universidad los tutores eran especialmente pasotas, y mucha gente tenía problemas para aprobar el TFG (luego me di cuenta de que no era algo que solo pasara en mi universidad). Si yo podía echarles una mano y se me daba bien la escritura académica… ¿por qué no ayudarles? Era un win-win: ellos se quitaban el problema de encima y yo ganaba dinero escribiendo, que era lo que me gustaba (lo que no me gustaba era escribir gratis, y por eso dejé de publicar papers para revistas).

Y así me tiré tres años: dedicando mi tiempo libre a ayudar a los demás a cambio de propinas.

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Pronto llegué a un punto en el que no me daba tiempo a todo: mi trabajo de lunes a viernes y los TFGs/TFMs, y en 2017 decidí dar el salto: me auto-despedí de mi trabajo de ingeniero y me dediqué 100% a montar una agencia de TFG y TFM. Si la gente tenía problemas con su trabajo fin de grado, ahora por lo menos tendrían una solución digna y profesional.

En un principio empecé a trabajar en el escritorio de mi casa, pero necesitaba poner un teléfono fijo que no fuera el de mi casa (una vez estaba durmiendo y me llamó uno a las 12 de la noche, preguntándome si les hacía el TFG).

Ya era hora de separar mi vida personal de la profesional, y aparte, necesitaba estar concentrado al 100%. Total… que me puse a buscar despachos baratos por Idealista.

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Y ahí estaba: en primera página. Vendían un despacho cerca de mi casa a buen precio… ¡era el destino! 🙂

Aunque empecé en 2014, se podría decir que 2017 fue el primer año de dedicación plenamente profesional a la redacción de TFGs y TFMs.

Como todo el que empieza, al principio tuve que hacerlo todo por mi cuenta: yo era el departamento comercial, el de gestión, el informático, el de contabilidad, atención al cliente, etc.

Pero a poco que escribiera 4 o 5 TFGs al mes ya me daba para sobrevivir, y si algún mes me sobraba, lo gastaba en amueblar la oficina para que no pareciese un locutorio pakistaní.

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Y así nos ponemos en 2019. Con 3 mesitas y dos personas más en el equipo. El de la limpieza seguía siendo yo… pero al menos tenía a dos personas que me echaban una mano con el teléfono, la contabilidad y la coordinación de profesores. La academia ya no era yo; ¡ya era un equipo!

Como yo no sé de todo y ya no solo había clientes de mi facultad sino de todas las especialidades, hicimos un proceso de selección para incorporar profesores(/as). Y así, sumamos al equipo profesores a los que también se les daba bien escribir textos académicos.

Cada profesor se dedicaría a escribir exclusivamente de su especialidad, dividiendo los proyectos por áreas.

Con los buenos resultados, poco a poco fuimos creciendo. En 2020 TrabajosFinDeGrado.es ya era conocida en todas las universidades, y la difusión boca a boca de los alumnos fue exponencial: una persona quedaba satisfecha y se lo contaba a tres, esos tres nos contrataban y se lo decían a otros tres (que hacen 9), esos 9 a otros tres (27)…

Y así hasta ahora, con un equipo de 6 personas y más de 200 profesores. Cada uno nos dedicamos a un departamento distinto, y hemos reinvertido todo lo que hemos ido ganando en software de gestión, instalaciones, servidores propios y equipos de calidad.

¡Hacer TFGs y TFMs se ha convertido en nuestra forma de vida!

¿Qué será lo siguiente? …

De nuestros clientes depende que esto se mantenga.

Si llegase el día en el que el sistema educativo cambiara en España y el TFG/TFM fuese realmente algo útil de hacer por uno mismo (porque te enseñara alguna habilidad provechosa), los alumnos serían los primeros interesados en hacerlo por ellos mismos.

Si llegase el día en el que a los tutores universitarios se les pague por tutorizar TFGs, quizás le hicieran más caso a sus alumnos.

Si llegase el día en el que al alumno se le pida una carga de trabajo acorde a la realidad, quizás el TFG tuviese prioridad en su agenda.

Pero todo esto lo vemos bastante improbable, al menos en el medio plazo. Así que mientras tanto, aquí seguiremos.

¿Quiere saber cuánto le costaría encargar su TFG, TFM o Tesis Doctoral?

✔️ Tanto si es desde cero como si ya lo tuviera empezado

✔️ 100% original, sin plagios

✔️ anónimo y confidencial

✔️ redacción adaptada a lo que le pidan (páginas, tema, etc.)

✔️ escrito por un especialista que ha estudiado lo mismo que usted

✔️ con todas las entregas parciales que quiera

✔️ para la fecha que necesite

✔️ reportes de auditoría antiplagio incluidos

✔️ disponibilidad de su redactor 24/7 a través de su espacio privado

✔️ nuestro gestor irá supervisando también que todo marcha bien

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Le preparamos gratis su presupuesto, sin compromiso y en menos de 24h.

Cómo ayudamos a nuestros clientes.

Pensamos que el primer ejercicio que debe hacer cualquier empresa es establecer sus valores, y a partir de ahí, formar un equipo de trabajo que los comparta. Como egresados universitarios, cada uno de los que formamos el equipo (más de 200 profesionales) tenemos una opinión personal acerca del sistema universitario actual, y coincidimos en que en muchos casos falta formación o interés a la hora de enseñar cómo se hace un buen trabajo de investigación. Estos conocimientos son básicos para realizar un buen TFG o TFM, y no se puede esperar un buen proyecto de un alumno al que no se le ha enseñado en ninguna asignatura a realizar estos tipos de textos científicos, o al que su tutor no le da la debida tutorización, formación ni seguimiento.

Como explicábamos en la página de inicio, el estudiante tiene dos problemas:

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· 1: Los tutores le piden mucho pero no le explican nada.

Y de entrada, esto en sí ya es una tomadura de pelo hacia el alumno.

·

Me explico:

Cuando un alumno paga los 6/12 créditos de la matrícula que cuesta el TFG, se supone que a cambio debe obtener conocimiento (enseñanza) y tutorización. Y no es solo que en la mayoría de universidades no se le enseñe a hacer el TFG ni se le dé un seguimiento, sino que encima se le exigen resultados para no seguir renovando la matrícula ad infinitum. Es decir, que la universidad ha cobrado por un servicio que no ha dado, pero del cual encima le exige resultados al alumno para que éste no tenga que volver a pagar (por nada).

Surrealista.

·

Hay tutores que defienden esa falta de responsabilidad docente con el argumento de que “el objetivo del TFG es que aprendas a buscarte la vida“, pero eso no es verdad; es un mantra que se repite sin sentido.

Si usted lee la guía docente, no pone que el objetivo del TFG/TFM sea “que el alumno se busque la vida“, sino que redacte un texto científico, que aprenda a buscar información de fuentes primarias, a citar bibliografía según normativa, a componer una narrativa con metodología científica, etc. Para aprender a buscarse la vida no hace falta pagar 12 créditos ni ir a la universidad.

Por otro lado, que el tutor pase del alumno tiene también sus razones: cada vez les pagan menos, no les dan plus por tutorizar sino por publicar, etc. Pero de cara al alumno, eso no justifica el hecho de que no estén recibiendo el servicio por el que pagaron los créditos, que no es más que el de tener un tutor que les ayude, oriente y retroalimente.

Seguramente si a los tutores universitarios se les pagara un extra por cada TFG que tutorizan, harían más caso a sus alumnos (pues lleva tiempo, y a nadie le gusta trabajar por amor al arte). Pero nosotros no vamos a luchar por cambiar este sistema educativo (y no por voluntad, sino por capacidad); en lo único que nos concentramos es en solucionar los problemas de nuestros clientes y darles la mayor calidad del servicio.

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· y el problema nº2: la falta de tiempo. Al alumno se le pide más de lo que físicamente le da tiempo a hacer.

El primer día de clase, en la presentación de cualquier asignatura, los profesores nos dicen que “con dedicarle tan solo 2 horitas al día a mi asignatura, sacarás un 10”.

Desde el punto de vista en el que solo existiese su asignatura estaría muy bien y todos seríamos felices estudiando tranquilamente esas 2 horas en casa, con el café calentito a la derecha y los rotuladores de colores a la izquierda. Pero el problema es que no solo existe su asignatura, sino 6 más, el TFG, trabajar (muchas veces gratis, con el beneplácito de la universidad) y atender el resto de responsabilidades de la vida real.

Ni siquiera se han puesto a sumar las horas que la guía docente de cada asignatura dice que hay que dedicarle, para ver que es incompatible con la realidad. Es algo básico, no hace falta tener un Máster de Dirección de Centros Educativos para darse cuenta de que el día tiene 24 horas, no 40.

Y claro… si el alumno no logra atender una carga de trabajo de 40 horas en un día de 24 horas, no es porque el programa educativo esté mal diseñado, sino porque “es un vago” o “no es eficiente”.

·

Lo más sencillo es hacer creer a la sociedad que si algo no funciona bien, la culpa es del alumno. Si el tutor no le da el servicio por el que ha pagado, la culpa es del alumno que no sabe buscarse la vida. Si no le da tiempo a hacer el TFG porque se le ha dado una carga de trabajo excesiva, la culpa es del alumno que no se organiza. Y así con todo.

Si ese problema solo lo tuvieran unas cuantas personas, quizás sí sería culpa de ellas, pero la realidad es que cada día recibimos MUCHAS solicitudes de gente que necesita quitarse el TFG de encima y no sabe cómo; cada día más.

·

Y esa sensación de culpa es lo primero que debe quitarse de la cabeza, independientemente de que luego usted nos encargue o no el proyecto. La raíz del problema la tiene que tener claramente identificada, por su propia autoestima y salud mental. Seguro que habrá muchas cosas de las que usted sea el único responsable, pero desde luego usted no es responsable de no poder llegar a todo porque el sistema universitario con el TFG esté mal diseñado.

Nuestro servicio cubre esa falta de responsabilidad institucional, para que el alumno cuente con un excelente TFG o TFM, a la vez que va viendo cómo el redactor le desarrolla un documento. Esta responsabilidad en muchas universidades se ha dejado en tierra de nadie, puesto que no hay una asignatura específica para aprender a redactar artículos académicos, ni tampoco a los tutores se les paga ningún extra por cada TFG que dirijan (por lo que evidentemente, pasan).

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Nuestros valores como academia de TFGs y TFMs

Son 4. Trataremos de ser breves:

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1. Legalidad y confidencialidad

Independientemente de que a uno le pueda parecer moral o no este servicio, desde el primer momento hemos hecho las cosas según dispone la ley. Ya no solo por no perjudicarnos a nosotros mismos, sino también para que nuestros clientes estén seguros. Somos una empresa registrada.

Respecto a la confidencialidad, no necesitamos conocer los datos personales del cliente, ni su universidad. Solo necesitamos una dirección de email, y esa dirección solo la conocerá el Equipo de Gestión, y nunca el redactor. La comunicación entre cliente y redactor se hace a través de una plataforma privada, con usuarios anónimos: “Redactor nº X” y “Cliente nº Y“.

2. Garantías

Trataremos que el borrador esté perfecto a la primera, pero si no es así y necesitase correcciones (cosa que es habitual y forma parte del proceso, ya no solo en los TFG,/TFM sino hasta en las revistas científicas más prestigiosas), tendrá un plazo para decirnos qué hay que corregir, sin que le vaya a suponer ningún coste adicional.

3. Puntualidad

Tenemos una tasa del 0% de abandonos , y eso solo se consigue con compromiso por parte de todo el equipo: si surge un imprevisto inesperado que nos obliga a trabajar en días festivos o fuera de horario, lo hacemos.

Si un redactor se pone malo, nos encargamos de adjudicárselo a otro compañero especializado en ese mismo área (somos más de 200). Aparte del equipo de profesores hay otro Equipo de Gestión y de Atención al Cliente, que trabajará para que ni el proceso formativo ni la calidad o fechas se vean afectados por cualquier imprevisto.

4. Profesionalidad

La palabra profesionalidad puede sonar un poco vacía… es lo que dice todo el mundo.

Pero en nuestro caso sí que tiene sentido, y mucho. Todos(/as) somos profesionales de nuestra área, ya que casi todos tenemos nuestro trabajo principal fuera de la academia: de ingeniero, médico, enfermero, profesor, lingüista, etc.

Así que esto no lo hacemos por mera necesidad económica, sino porque compartimos una serie de valores, se nos da bien y nos gusta ganar un sueldo extra escribiendo de lo que ya sabemos, ahorrándoles tiempo y estrés a nuestros clientes.

·

Detractores

Mucha gente nos critica. Descubren la existencia de nuestros servicios y enfurecen.

Dicen que debería ser ilegal si por ellos fuera, o que las personas que contratan este servicio hacen mal, aunque no estén haciendo mal a nadie.

Dicen (aunque nadie les haya preguntado) cómo debería funcionar el mundo. Y se olvidan de que ese “cómo debería funcionar el mundo“, es según ellos. Según su experiencia vital y sus circunstancias.

Nada que objetar.

·

Pero no nos interesa su punto de vista, ni pretendemos gustar a todo el mundo. Nosotros también tenemos nuestro punto de vista, y nuestros clientes también tienen el suyo propio. Cada uno que opine lo que quiera, pero que deje vivir tranquilos a los demás.

A las personas que tienen un problema con el TFG no les sobra el tiempo como para perderlo en debatir puntos de vista de cómo debería funcionar el sistema educativo. Ese tiempo lo gastan en estudiar, hacer prácticas de la evaluación continua o el resto de cosas que tengan que hacer. Y con este servicio buscan solucionar su problema lo antes posible, poder entregar el proyecto, obtener el título  de grado/máster de una vez y salir a luchar por un buen puesto de trabajo.

Es algo sencillo de entender a poco que se tenga un mínimo de empatía, pero el que está aburrido en su casa criticando por redes sociales, parece que no lo entiende.

Algunas veces nos preguntamos si el trabajo que hacemos es útil, si le está aportando algo a alguien, y si merecen la pena tanto el esfuerzo de gestión (que todo se entregue a tiempo y bien hecho) como la mala imagen que algunos medios (cada vez menos) quieran proyectar sobre nosotros. Y nos basta con leer las opiniones de nuestros alumnos para despejarnos cualquier duda.

Existe mucha hipocresía con el TFG/TFM. Al alumno se le exigen resultados pero no se le dan los medios, y si moralmente estuviésemos incómodos o no lo viésemos honrado, simplemente no lo haríamos, porque no tenemos necesidad: con nuestra formación (doctorados) y experiencia, tenemos la posibilidad de trabajar en cualquier otro sitio. A pesar de la mala prensa que una persona ajena al mundo universitario pueda emitir de estos servicios (casi siempre desde el desconocimiento, más con la intención de generar polémica y clickbait que el de resolver el problema educativo que hay), los profesionales que llevamos esta agencia tenemos nuestro punto de vista, sustentado por nuestro propio paso en universidades europeas.

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Juicio de valor:  -“El alumno que encarga el TFG/TFM es un vago”

Realidad: Si fuese vago no habría terminado Bachillerato y una carrera universitaria. Los alumnos que nos encargan su proyecto lo hacen por uno de estos 2 motivos:

a) El tutor no les hace caso y no saben cómo elaborar un proyecto con la calidad que se espera.

b) No tienen tiempo, o prefieren gastarlo en otra cosa como su trabajo, prepararse los exámenes, su pareja o incluso en pasear con su perro, que igual de respetable es. Cada uno es dueño de su tiempo, el cuál es irrecuperable, y nadie le puede decir a otro en qué gastarlo. Igual de respetables son las personas que deciden gastar 300h (6/12 ECTS) de su vida en desarrollar su TFG (aun sabiendo que no le reportará nada útil), como el que decide delegar la tarea.

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Juicio de valor: -“Encargar una redacción está mal, porque lo debería hacer uno mismo”

Realidad: podría estar mal (desde el punto de vista de competitividad y meritocracia) si el desarrollar por uno mismo el TFG/TFM constituyera el aprendizaje de alguna herramienta útil en la vida laboral, pero no es así: el TFG/TFM es un mero trámite que se impuso con calzador a través del Plan Bolonia, y si bien el TFG es importante para el CV, no hace que el alumno aprenda nada útil, ni le va a ayudar a desempeñar su futuro trabajo (a no ser que se quiera dedicar a ser profesor de esta agencia, o a redactar gratis artículos para revistas científicas).

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Por supuesto es nuestro punto de vista  y respetamos que cada uno pueda opinar lo que quiera (en eso consisten la ética y el pensamiento crítico), pero resulta contradictorio que los que más critiquen estos servicios sean los que menos problemas han tenido con su TFG o TFM, pues resulta fácil juzgar algo desde una posición cómoda.

Todas nuestras potencias de seriedad las hemos gastado en la administración de la sociedad, en el robustecimiento del Estado, en la cultura social, en las luchas sociales, en la ciencia en cuanto técnica que enriquece la vida colectiva. Nos hubiera parecido frívolo dedicar una parte de nuestras mejores energías –y no solamente los residuos– a organizar en torno nuestro la amistad, a construir un amor perfecto, a ver en el goce de las cosas una dimensión de la vida que merece ser cultivada con los procedimientos superiores. Y como ésta, multitud de necesidades privadas que ocultan avergonzados sus rostros en los rincones del ánimo porque no se les quiere otorgar ciudadanía; quiero decir, sentido cultural.

Ortega y Gasset, J. (1914). Meditaciones del Quijote

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Lista de artículos que seguro que le interesan:

Top leídos este año:

👉 Las preguntas (y respuestas) más habituales sobre encargar el TFG/TFM: ¿Es legal?, ¿es anónimo?, ¿qué garantías dan?, etc.

👉 Cuánto cuesta un TFG/TFM. Coste, dinero, tiempo… un breve artículo para hacer que le salga rentable.

👉 Comprar TFG/TFM: lo que necesita saber antes. Seguramente éste sea el artículo más útil de todos. Vienen detalles que casi nadie sabe.

👉 Encargar TFG: algunas recomendaciones para ir a lo seguro. Resumen de los aspectos más importantes del TFG por encargo.

👉 4 trucos para hacer el TFG/TFM en la mitad de tiempo. Cómo conseguir que el tutor se interese y elegir un tema sobre el que sea fácil trabajar.

Otros tutoriales GRATIS:

👉 Cómo hacer el TFG. Cómo hacerlo rápido, cómo hacerlo bien y qué cosas evitar para no perder el tiempo.

👉 Resumen del TFG. Diferencias con el abstract y la introducción, cuándo hacerlo, dónde colocarlo y otros consejos desde nuestra experiencia.

👉 Cómo empezar el TFG/TFM. Aquí le damos 3 consejos para que cuando se siente a escribir, le cunda mucho más.

👉 Introducción del TFG/TFM. Qué debe ir en la introducción, porque la mayoría de la gente lo malinterpreta y luego la tiene que rehacer.

👉 Marco Teórico. Cómo hacerlo rápido y bien, cuánto debe ocupar, cuándo hacer esta parte, etc. En 5 minutos de lectura lo tendrá todo claro.

👉 Metodologías. Cuáles hay, cuáles son las más fáciles, diferencias entre ellas y cuándo es el momento ideal de hacer esta parte del proyecto.

👉 Cómo hacer una Revisión Bibliográfica o Sistemática. Todo bien explicado y separado. Los errores más comunes, diferencias y consejos.

👉 Investigación Cuantitativa. Qué es, métodos y técnicas, ejemplos en PDF, programas de software, cómo hacerlo bien, cuánto se tarda, etc.

👉 Investigación Cualitativa. Cómo hacer la bien (porque parece fácil, pero es la metodología que más problemas le da a nuestros clientes).

👉 Propuesta Didáctica. Cómo plantearla, estructura, legislación, y el error que casi todo el mundo comente respecto a la atención de la diversidad.

👉 Cómo citar un TFG. Guía rápida con estructuras para citar bien, cuándo hay que ponerlas en el pie de página y cuándo al final del documento.

👉 Conclusiones TFG. La manera inteligente de redactar las conclusiones para que el trabajo luzca más: mejor nota gastando el mismo tiempo.

👉 Presentación del TFG: los 3 errores que cometen hasta los más listos. Consejos para la elaboración del Powerpoint o póster y su exposición.

👉 Agradecimientos TFG. Cómo redactar bien la parte de los agradecimientos sin tener que hacerle la pelota al tutor.

👉 Anexos en un trabajo. Truco para sacar el listado. Dónde ponerlos, qué incluir y sobre todo… qué no meter en los anexos.

👉 Derechos de Autor. Consideraciones importantes para tener los derechos de autor del TFG bien atados y no tener problemas en el futuro.

👉 Para qué sirve la nota del TFG. Y otras preguntas como “Cuántas convocatorias hay“, “Cuándo se presenta“, “Es obligatorio“, etc.